domingo, 7 de julio de 2013

EN LAS SEYCHELLES

Nuestro hotel era el Hilton Northombe, en la isla principal, cerca de Victoria, la capital. Llegamos al atardecer y dejamos las maletas en nuestras suites. Teníamos una cada una, aunque ya habíamos decidido que íbamos a hacer una pijamada cada noche en una de las suites y seguro que íbamos a acabar durmiendo las tres juntas. Pero pensábamos probar cada noche una habitación, porque os aseguro que era difícil decidir cuál de las tres era más bonita. Nos cambiamos y bajamos a cenar a uno de los restaurantes del hotel. Como estábamos bastante cansadas después de pasar el día en la fiesta de Lauriviris_ y del viaje en avión, al terminar de cenar dimos una vuelta por el hotel y nos fuimos ya a organizar nuestra primera noche de pijamas en la suite de Pati.

Al día siguiente nos levantamos temprano y nos fuimos a la playa. Según Anusky y Pati, el agua estaba buenísima, aunque yo la encuentro siempre fría y me cuesta mucho entrar. Pero una vez lo conseguí, tengo que reconocer que estaba estupenda y nos pasamos la mañana en el agua. A mediodía comimos en un bar junto a la playa y luego nos fuimos al puerto de Victoria. Habíamos reservado un paseo en barco por las islas y el capitán nos esperaba a las 4 de la tarde. Llegamos diez minutos antes, nos hicimos unas fotos y subimos al barco. El recorrido fue espectacular. El mar tiene un color precioso y los paisajes son increíbles. Disfrutamos mucho de la excursión. De vuelta al hotel, nos pusimos nuestras mejores "galas" rojas y amarillas para bajar a cenar y ver el partido de la Roja. Era la final de la Copa Confederaciones, contra Brasil y, aunque perdimos, lo pasamos muy bien. Se hizo mucho ambientillo en el restaurante para ver el partido y fue mucho más divertido que verlo en casa. Y esa noche, pijamada en la suite de Anusky.

El lunes fue el día más intenso. Por la mañana nos dimos un bañito en el yacuzzi al aire libre que había en la terraza de la suite de Anusky. Luego nos fuimos a una playa cercana que nos habían recomendado en el hotel y que era una pasada!!! Allí estuvimos hasta casi la hora de comer. Me encanta la foto que nos hicimos porque íbamos casualmente las tres de blanco y quedábamos muy bien sobre la arena blanca de la playa. Volvimos al hotel y, mientras esperábamos que nos sirvieran la comida en el bar de la piscina, nos dimos allí otro bañito. Y después de comer nos fuimos a visitar Victoria. Paseamos por el centro, nos hicimos una foto en su famoso reloj, y visitamos también el jardín botánico antes de regresar al hotel para cenar.

Era nuestra última noche, así que nos pusimos bien monas, bajamos a cenar y luego nos quedamos en el bar del hotel, que por la noche era como una especie de discoteca, con música y pista de baile. Poco a poco se fue llenando y se creó un buen ambiente. Nos pusimos a bailar y cuando nos dimos cuenta casi estaba amaneciendo!!! La pijamada de esa noche, que era en mi habitación, fue cortísima porque caímos dormidas en menos de media hora. Nos despertamos tarde, pero todavía teníamos algo de tiempo para tomar un poco el sol en la playa privada del hotel y bañarnos en la piscina. Aunque primero probamos también el yacuzzi de mi suite, que no era tan espectacular como el de Anusky, pero mucho mejor que la ducha de casa!!!

Después de comer hicimos las maletas, dimos un último paseo por el hotel y pedimos un taxi para ir al aeropuerto. Mientras llegaba el taxi, nos tomamos algo en el bar. Casi llorábamos porque ... había sido tan cortito! Pero yo tenía que empezar a trabajar al día siguiente y, además, era el 800 cumpledías de Anusky y había organizado una comida en casa y una fiesta en la playa por la tarde. Así que, no había más remedio que volver a la realidad. En el avión de vuelta repasé una vez más lo que iba a hacer en mi primera clase como profesora para perfilar unos últimos detalles y, casi sin darnos cuenta, volvíamos a estar en nuestros apartamentos deshaciendo maletas y poniendo la ropa a lavar. Todo lo bueno acaba!!!

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