sábado, 23 de febrero de 2013

La semana pasada fue ya un poco más tranquila. Mi trabajo en el despacho de abogados iba gustándome cada día un poco más (aunque no era tan divertido como lo de presentar un programa de televisión con Anusky), y también me iba habituando a compartir mi vida con Adrian. Sin embargo, lo que me hacía más ilusión era pensar que iba a pasar el fin de semana en casa de Anusky con ella y con Pati.
Ni siquiera el bonito vestido azul grisáceo que me regaló Adrian para la cena de San Valentín me ilusionaba más que pensar en el fin de semana. Y eso que me llevó a cenar al mejor restaurante de Madrid, lleno de gente importante y famosa. Él estuvo encantador y yo lo intenté también, pero no sé si lo conseguí.
Una vez más, mientras cenábamos, Adrian intentó convencerme para que no me quedase en casa de Anusky el fin de semana. Pero no lo consiguió. Casi me enfadé con él por volver a sacar el tema. Pero me controlé porque pensé que, en el fondo, tenía algo de razón. Si estábamos viviendo juntos no tenía mucho sentido que yo me pasara los fines de semana en casa de mis amigas. Al final le prometí que sería el último, que el siguiente me iba a quedar ya con él también en su casa de LP.
Además de comprarme el vestido que estrené en la cena, me regaló un colgante de oro que quedaba precioso en el escote palabra de honor del vestido. Yo le regalé un reloj que a mí me pareció muy bonito pero que creo que a él le resultó demasiado juvenil porque dijo que lo guardaría para cuando fuéramos de vacaciones en verano. La verdad, ahora recordándolo con perspectiva, lo que dijo me resulta bastante desagradable.
Menos mal que llegó pronto el fin de semana y volví a sentirme feliz y contenta en casa de Anusky. El sábado nos quedamos en casa cenando las tres. De todos modos, decidimos ponernos guapas para la ocasión. Primero fuimos a comprar un postre a una pastelería nueva que han abierto cerca de casa ... bueno, cerca de casa de Pati y Anusky, porque yo ya no vivo allí. Luego Anusky nos sirvió una cena deliciosa. Y terminamos la noche con una guerra de almohadas en pijama en la habitación de Anusky, donde nos había puesto una cama para cada una. Nos dieron las tantas entre almohadas, risas y charla!!!
El domingo era la ceremonia de los premios Goya en Madrid. A Adrian le habían regalado 4 entradas pero no le apetecía ir. Además, tenía que quedarse en LP el domingo por la noche porque era el cumpleaños de su padre. Un poco a regañadientes, aceptó darme las entradas para que las aprovecháramos Anusky, Pati, Lauriviris_ y yo. No conseguí que me dejara invitarlas a pasar la noche en su piso de Madrid, así que reservé unas habitaciones para las cuatro en un hotel cercano al teatro de la gala. Anusky, Pati y yo nos fuimos a Madrid después de comer. Lauriviris_ estaba esquiando y dijo que llegaría más tarde. Al final llegó tan justa de tiempo que habían cerrado ya el photo call y no pudo salir en las fotos. ¡Qué glamour, chicas! Lo pasamos genial.
El lunes a primera hora las acompañé a las tres a la estación para que volvieran a LP y me fui a casa de Adrian a dejar mis cosas antes de irme a trabajar. Vuelta a empezar con una nueva semana de mi nueva vida ...

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