lunes, 11 de marzo de 2013

Al final resulta que el cantante con el que voy a trabajar no es un famoso, sino uno nuevo que la discográfica quiere lanzar por todo lo alto. Hoy he ido al estudio y hemos empezado los ensayos. El chico se llama Shlack y mis dos compañeras en los coros son Imelda, una punkie de pelo negro, y Onamarina, una pelirroja muy simpática.
El primer ensayo ha ido bastante bien. O, como mínimo, nos hemos divertido. No es que las canciones hayan salido estupendamente, pero para ser el primer día tampoco ha ido mal. No nos han querido decir cuándo íbamos a debutar ni donde, supongo que para que no nos agobiemos. Solo nos han dicho que había tiempo para prepararnos y que seguro que todo iría bien si trabajábamos duro. Así que, nos toca trabajar a tope!
Adrian parece no haberse enterado de que hemos cortado. No ha dejado de llamarme desde que me marché de su piso en Madrid y le dije que habíamos terminado. Este fin de semana se presentó en mi casa el sábado por la noche. Empezó a llamar al timbre de abajo insistentemente hasta que al final tuve que abrirle. Tuvimos una conversación bastante tensa y, al final, cuando se fue, pensé que había valido la pena pasar un mal rato si por fin había entendido que no quiero saber nada de él.
Pero hoy, cuando he vuelto a casa después del ensayo, estaba esperándome en la puerta del edificio. Cuando le he visto me he quedado de piedra porque se supone que debería estar en Madrid trabajando. Pero por lo visto hoy se había quedado en casa. Naturalmente, no le he dejado entrar. Le he pedido que, por favor, me dejara en paz de una vez y hemos estado un rato discutiendo, hasta que ha visto que venía Pati y se ha ido antes de que ella llegara a la puerta.
Cuando hemos subido, Pati ha entrado en casa y le he contado lo que estaba pasando con Adrian. Al rato ha llegado Anusky y hemos estado hablando las tres del tema. Si sigue así, tendré que hacer algo porque no puedo continuar con esta situación.

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