domingo, 25 de noviembre de 2012

Después de desayunar tranquilamente en la terraza de la suite de Pati, nos pusimos los bikinis y nos fuimos un rato a la playa privada del hotel. El agua estaba buenísima y estuvimos toda la mañana tomando el sol y bañándonos. Aprovechamos para hablar sobre el tema de irnos a vivir a Mexico (los chicos no vinieron con nosotras porque estaban trabajando). Anusky está hecha un lío, y todavía más desde que ha visto lo bonito que es todo aquello. Pati, evidentemente, no quiere que nos vayamos, pero tampoco quiere influir en nuestra decisión.
Comimos en uno de los restaurantes de hotel, uno que hay en la piscina principal, y seguimos dándole vueltas al tema. Al final decidimos aparcar el tema para decidirlo el domingo por la noche y disfrutar del fin de semana.
Después de comer nos fuimos a dar una vuelta en barco. El hotel tiene un muelle privado y unos barcos con capitán que hacen paseos por la zona. ¡Qué relax, chicas, paseando en barco con la brisa marina y el calorcito del sol! Y para acabar de relajarnos del todo, al volver al hotel nos metimos un rato en el yacuzzi de la suite de Anusky. ¡Esto es vida ... jajaja!
Pues sí, esto es vida, pero en vacaciones. Yo creo que uno de los requisitos para irme a México es tener un trabajo allí. Esto ya se lo había comentado a Mike el martes por la noche cuando estuve en su casa. Él dijo que Anusky y yo podíamos ayudarles haciendo de Relaciones Públicas en el hotel o lo que quisiéramos. Pero yo quiero un trabajo que no tenga nada que ver con lo que haga Mike. Necesito mi espacio y sentirme realmente independiente. Así que, mientras estábamos en el yacuzzi, decidimos que, hoy domingo por la mañana, nos acercaríamos a la oficina de empleo a ver si había algo disponible para nosotras. Y eso va a ser uno de los puntos importantes a la hora de tomar nuestra decisión final.
Por la noche nos fuimos los cinco a cenar al mismo restaurante en el que nos habíamos conocido en verano. Al estar allí, nos acordamos de Anne Cave y Edward, a los que no hemos vuelto a ver desde entonces, ya que se marcharon del país. Daniel y Mike han intercambiado algún mail con Edward pero tampoco saben mucho de ellos.
Esta vez sí que, al volver al hotel, decidimos darnos un bañito nocturno en la piscina. Lo hicimos en la piscina privada de mi suite. Mike y Daniel no acababan de decidirse a bañarse, pero al final sí que lo hicieron. Y es que el agua estaba a una temperatura buenísima!!!
Os dejo alguna foto aquí (de la playa, de la cena y del baño nocturno). Y el álbum completo, como siempre, a la derecha.

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