Otra semana atareada y divertida a la vez ... bueno, eso es lo importante, no? Si no tuviese nada que hacer, mi vida sería aburrida y no podría contaros nada!
Mike se volvió a ir a México el domingo pasado por la tarde. Se quedó toda la mañana en mi casa y estuvimos hablando. No entendí muy bien si quería decirme algo serio, porque sus palabras fueron algo vagas. Pero estoy algo preocupada. No es que parezca que no quiera seguir conmigo, qué va, todo lo contrario. Está mucho más cercano y cariñoso cada día. Pero cuando se pone a hablar de México y del negocio que están montando allí, empieza a decir cosas raras. El domingo pasado, por ejemplo, me preguntó qué haría yo por él. Le contesté con otra pregunta: "¿Qué quieres que haga por tí?" y dijo que ya se lo pensaría, se puso a reír y cambió de tema. Bueno, no quiero comerme el coco por ahora. Dejemos que las cosas fluyan y sigan su camino, sin complicarnos la vida antes de que se complique por sí sola.

Matthias, mi jefe, ha estado muy histérico toda la semana. Supongo que, como el jueves era fiesta y Victor, el dueño del estudio, había decidido cerrar también el viernes, quería hacer el trabajo de cinco días en tres y por eso estaba más exigente de lo habitual. Pero al final, el miércoles por la tarde cuando nos íbamos, me dio las gracias por el excelente trabajo que habíamos hecho esta semana. En realidad es un encanto de jefe!

Mike me llamó por teléfono el domingo por la noche, el lunes por la noche y el martes por la noche. Si es que no sé porqué pienso que está raro! Y mirar qué guapos estábamos el sábado pasado cuando fuimos a cenar a casa de sus padres!!! Mike me envió la foto el martes por la noche por el móvil, después de estar hablando un buen rato, con un mensaje que decía: "No paro de mirar esta foto. Ojalá estuvieras aquí conmigo. Te quiero mucho, cariño!"
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