lunes, 25 de junio de 2012

Ya se acaba el fin de semana. Como os he dicho antes, aprovechando que Gary se había ido a la tienda de coches del chico de Princesita-6- y nos habíamos quedado las dos solas, me he ido a su casa a tomar algo. Nos hemos pasado la tarde charlando de mil cosas (del cubano, también, sí!). Sobre las 9 han llegado los chicos. Gary se ha comprado finalmente un coche nuevo y el martes tiene que ir a recogerlo. ¡Y me va a dar el viejo! Bueno, le llamo "viejo" porque hay uno nuevo, porque de viejo no tiene nada. Creo que se lo compró nuevecito hace un par de años.
Gary, para variar, estaba cansado, y nos hemos ido directos a casa. La verdad es que me he mosqueado un poco porque últimamente está siempre cansado (y mientras volvíamos a casa me he sorprendido pensando en lo divertido que es Lucas). Pero al llegar a casa, me he sentido culpable de mi enfado y mis pensamientos, y acabo de poner unos pétalos de rosa sobre la cama para darle una sorpresa a Gary cuando salga de la ducha.
El miércoles Gary vuelve a marcharse de viaje un par de días para hacer un reportaje. Así que, esta tarde he pensado que estaría bien hacer una fiestecilla el miércoles para ver el partido de semifinales de España contra Portugal y animar a la Roja. He enviado unas cuantas invitaciones y lo he publicado en mi perfil. Ya he recibido varios mensajes de confirmación. Antes de ir a casa de Princesita, he pasado por el Centro Comercial y he comprado unos globos y unos lazos rojos para decorar el salón, varias botellas de champagne, unas cajas de bomobones y unos caramelos. Y el miércoles pediré unas pizzas. ¡Seguro que será divertido!

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