viernes, 13 de julio de 2012

Ayer Lucas y Alejandro tuvieron un problema con un cliente y se quedaron trabajando hasta muy tarde, así que Anusky y yo nos fuimos a la fiesta de pijamas de Tea. Cuando llegamos estaban todas animadísimas, enzarzadas en una guerra de almohadas y, nada más entrar en su casa, ya me tiraron una a la cara, las muy "gamberras"!!! Lo pasamos genial, como crías. De vez en cuando va genial una fiesta de estas para soltar adrenalina y relajarse del día a día.
Volviendo a casa, me llamó Lucas al móvil. Yo iba conduciendo, así que contestó Anusky. Acababan de salir de la oficina y preguntaba si queríamos que nos fueran a buscar. Pero como yo había cogido el coche y ya estábamos llegando a casa, quedamos que ya nos veíamos allí. Y prácticamente llegamos al mismo tiempo.
Hoy ha pasado una cosa increíble. Al llegar al curso de periodista, nos dice el profesor que por la tarde iba a venir un periodista de televisión a darnos una master class. Y ... ¿adivinais quién era el periodista? Pues sí, ... Gary! ... qué mala suerrrrrte!!!
Cuando entra en la clase, deja sus papeles en la mesa, se coloca delante mirando a los alumnos y empieza a presentarse. Y a media presentación, me ve. Se quedó cortado durante unos segundos, pero enseguida reaccionó y siguió con su charla. Dio toda la master class sin volverse a inmutar. Cuando ya terminó, mientras recogía sus papeles, la gente empezó a levantarse para irse. Yo hice lo mismo, pero al pasar por delante de su mesa, me dice: "¿Le importaría esperarse un momento? Quiero hacerle una pregunta". Así que me quedé un poco apartada esperando que saliera todo el mundo y cuando ya estábamos solos me pregunta ¡si pienso devolverle el coche! De poco le tiro las llaves a la cara y me voy. Pero no, ... no sé cómo pero he reaccionado con calma. Le he dicho que me parecía algo infantil que me pidiera que le devolviera algo que él me había regalado mientras vivíamos juntos, pero que si era tan importante para él, yo no tenía inconveniente en devolvérselo. Se ha quedado tan pasmado que ha dicho: "Bueno, no, ... es igual, puedes quedártelo". Le he dado las gracias, me he dado media vuelta y he salido del aula con paso firme y digno. Al llegar al párking me temblaban las piernas, de lo nerviosa y enfadada que estaba, pero ¡me siento muy orgullosa de mí misma por mi reacción!
Esta noche Lucas tenía partida de bolos con sus amigos. Luxanna llevaba varios días intentando localizarme y al final me dejó un mensaje para decirme que hoy había organizado una salida de chicas al club. Había pensado en que fuéramos todas vestidas de negro y fucsia, por hacer algo divertido. He llamado a Anusky (Alejandro también está en el equipo de bolos), nos hemos cambiado y nos hemos ido a tomar algo al bar que hay junto al club mientras no llega Luxanna con las otras chicas.
Mañana os cuento qué tal ha ido la noche.

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