Tal como os adelanté, ayer por la mañana me bajé a la playa un rato. Me veía blanquísima y ya va siendo hora de coger un poco de color. Y creo que ya se va notando. Ahora mismo estoy otra vez en la playa, escribiendo, y aprovechando el solecito. Ayer Gary se vino conmigo, pero hoy no ha querido bajar. La verdad, casi lo prefiero, porque ayer se agobió y me dio la mañana. Todo el rato protestando, que si hacía mucho calor, que si le molestaban los niños que corrían, que si la gente no sabe estar en la playa, ... en fin, que no se calló en toda la mañana. No sé, pero tengo el presentimiento de que la cosa no va demasiado bien.
Comimos en casa y, por la tarde, nos fuimos al teatro. Ya os comenté que mi primo David es actor. Ahora está representando West Side Story, el musical, y ayer estrenaban. Estuvo genial y mi primo, el mejor, por supuesto!!! Al terminar, esperamos que salieran los actores para saludar a David y después nos fuimos Gary y yo a cenar. Durante la cena parece que estaba más agradable, aunque sé que los musicales no le gustan y no le apetecía demasiado ir al teatro.
Y esta tarde volvemos a ver la obra otra vez porque hemos quedado con Alex y su novia Carol. Espero que Gary no se raje...
Por cierto, ayer por la mañana me pasé por el centro comercial y compré algunas cosillas. La camiseta lila y la cazadora de cuero morada que estrené ayer mismo, fueron algunas de ellas. ¿A qué son bonitas? Voy a ver qué me pongo esta tarde, que ya sabeis que Carol es diseñadora de moda. Tengo que quedar bien!!!